El esmerilado y pulido es la etapa final del proceso de preparación de muestras metalográficas y consta de varios pasos. En cada paso se utiliza un abrasivo más fino que en el anterior, con el objetivo final de producir una superficie de muestra sin deformaciones, sin arañazos y altamente reflectante. Puede ser necesario examinar la muestra, ya sea grabada o sin grabar, para revelar la microestructura del material. Con frecuencia ocurre que los contrastes en el material solo son visibles después de un paso de grabado exitoso.